Virgen del santo remedio

 En estos días de procesión religiosa e icónica no podemos olvidarnos de la virgen, sin estrenar, del santo Remedio contra la corrupción y la tiranía.

 Y es que alzar a hombros esta esbelta, robusta y filosa figura es un honor para un pueblo acostumbrado a vivir en la precariedad, en el sometimiento económico y en el maltrato policial.




Esta Virgen tiene el poder de espantar la resignación y asustar al ladrón. El Santo Remedio remueve el miedo al populacho que siente el poderoso tirano, aquél que sin escrúpulos se imaginaba seguro tras especular, tras robar, tras mentir y tras sobornar.

No nos encomendamos a seres místicos superiores, sino a la voluntad del pueblo, único soberano.